
Nacho Moran – Hues of Reality – Vigo
Siempre es difícil hablar de uno mismo, me considero (y consideran) un bohemio, soy de esos pocos optimistas por naturaleza que quedan en un mundo loco como éste. Todavía creo en el amor, en un futuro mejor del que nos viene, y en que todo tiene solución si nos esforzamos lo suficiente.
Siempre he estado vinculado al mundo de la imagen, desde mis tiempos de estudiante de Filología, Historia del Teatro y Cine, y posteriormente Telecomunicaciones e Informática. La fotografía pasó de pasión a profesión de una forma natural, no programada. Hoy, años después sigo enamorado de ella. Por formación y devoción soy fotoperiodista, aunque la fotografía de la naturaleza, deportiva o de producto me cautivan de un modo muy parecido.
Siempre es difícil hablar de uno mismo, me considero (y consideran) un bohemio, soy de esos pocos optimistas por naturaleza que quedan en un mundo loco como éste. Todavía creo en el amor, en un futuro mejor del que nos viene, y en que todo tiene solución si nos esforzamos lo suficiente.
Siempre he estado vinculado al mundo de la imagen, desde mis tiempos de estudiante de Filología, Historia del Teatro y Cine, y posteriormente Telecomunicaciones e Informática. La fotografía pasó de pasión a profesión de una forma natural, no programada. Hoy, años después sigo enamorado de ella. Por formación y devoción soy fotoperiodista, aunque la fotografía de la naturaleza, deportiva o de producto me cautivan de un modo muy parecido.
Me gusta dejar que las cosas sucedan por sí mismas, siempre he pensado que las fotos que más nos gustan son aquellas que “nos roban”.
Así pues, me pasaré el día de vuestra boda de un lado para otro, sigilosamente, tratando de pasar desapercibido como un depredador. En busca de mi presa, esa imagen, ese momento único e irrepetible, una mirada, una lágrima, un gesto, un beso, un abrazo.
Siempre es difícil hablar de uno mismo, me considero (y consideran) un bohemio, soy de esos pocos optimistas por naturaleza que quedan en un mundo loco como éste. Todavía creo en el amor, en un futuro mejor del que nos viene, y en que todo tiene solución si nos esforzamos lo suficiente.
Siempre he estado vinculado al mundo de la imagen, desde mis tiempos de estudiante de Filología, Historia del Teatro y Cine, y posteriormente Telecomunicaciones e Informática. La fotografía pasó de pasión a profesión de una forma natural, no programada. Hoy, años después sigo enamorado de ella. Por formación y devoción soy fotoperiodista, aunque la fotografía de la naturaleza, deportiva o de producto me cautivan de un modo muy parecido.
Me gusta dejar que las cosas sucedan por sí mismas, siempre he pensado que las fotos que más nos gustan son aquellas que “nos roban”.
Así pues, me pasaré el día de vuestra boda de un lado para otro, sigilosamente, tratando de pasar desapercibido como un depredador. En busca de mi presa, esa imagen, ese momento único e irrepetible, una mirada, una lágrima, un gesto, un beso, un abrazo.